Cómo Tener Ansiedad (y una buena vida)

Has intentado todo lo posible para saber cómo controlar la ansiedad, cómo superarla y nada…

Seguramente hayas leído varios libros sobre la ansiedad o sigas varias cuentas de psicólogos con tips mágicos.

Quizás hayas intentado todo, menos lo que vamos a ver aquí, aprender a tener ansiedad.

que es la ansiedad

Sí, como lo lees, puedes vivir con ella porque la ansiedad no mata, aunque fatiga.

Lo bueno es que si aprendes a cómo vivir con ansiedad cada día te fatigará un poco menos.

¡Sigue leyendo!

¿Qué es la ansiedad?

Si has visto del revés 2  (inside out) sabrás que la ansiedad es una emoción, pero aquí no estamos para decirte lo que ya sabes, sino para facilitarte otro enfoque, otra mirada.

Una visión que sea más útil y más práctica. 

Racionalmente sabes que es una emoción y que las emociones no matan. 

Esta explicación está muy bien y puede que te calme por un tiempo, y que todas esas sensaciones desagradables desaparezcan. 

Todo parece estar en su sitio y, de repente, dos días más tarde llega un ataque de ansiedad sin motivo aparente (en el caso de ansiedad generalizada). 

Spoiler alert: sí hay un motivo.

Ver la ansiedad de otro modo te va a ayudar a llevarte mejor con ella

Vamos a mostrarte nuestra visión. 

Te invitamos a leerla con apertura y curiosidad, y que compruebes lo que decimos en tu propia experiencia. Si no te sirve, descártalo y a otra cosa.

Nuestro enfoque de la ansiedad

Preferimos definir la ansiedad como una situación

Esta situación está compuesta por varios elementos: desencadenante, síntomas físicos, respuestas visibles y no tan visibles, y una cosa que quizás nadie te ha contado.

¡Vamos a verlas!

1. Síntomas de la ansiedad

La ansiedad tiene muchos síntomas asociados. Cuándo y cuáles aparecen depende mucho de tu caso.

Seguramente conoces tu cuadro a la perfección: palpitación, sofoco, sensación de falta de aire, dolor en el pecho, mareos, sudoración o temblores, etc.

ataque de ansiedad

Todas estas sensaciones son las “grandes culpables” de que quieras deshacerte de la ansiedad, porque son muy desagradables y en muchas ocasiones parece que “no te dejan vivir”.

2. Respuestas visibles

Ante la aparición de estos síntomas, se activan todo tipo de mecanismos para poner fin a la ansiedad

Es súper frecuente escuchar en consulta: “ya no tengo problemas con la ansiedad, he aprendido a controlarla”.

Normalmente, si rascamos en qué hay detrás de este control encontramos una amplia gama de respuestas: 

  1. Evitar aquellos lugares o situaciones donde se produce la ansiedad (por ejemplo la cena de empresa) 
  2. Evitar hablar de los temas que causan malestar (ej. la maternidad en la pareja)
  3. Buscar en internet información para calmarte
  4. Usar el móvil como distracción
  5. Comer, beber, fumar, dormir y un largo etcétera. 

Ojo: todo esto no es malo de por sí. No criminalicemos el escape que históricamente nos ha salvado de muchas movidas. 

El problema es cuando escapar: “no te deja vivir”.

3. Respuestas NO tan visibles

Una de las respuestas de ansiedad que pasa más desapercibida es la hipervigilancia a los síntomas físicos. 

Tiene todo el sentido del mundo que estemos pendiente de ellos. 

Recuerdo que mañana tengo el examen del coche, experimento X síntoma (hiperventilación, tensión, mareos…) entonces busco el móvil, miro un vídeo chorra y me distraigo. 

Tras unos minutos mi respiración se calma. Yo me calmo. Puedo decir que la ansiedad se ha ido. 

Aprendizaje: si vigilo los síntomas de mi ansiedad podré prevenirla y agur (chao, arrivederci, bye).

Ojalá, pero no funcionamos así. Y la experiencia ha corroborado que – casi – siempre vuelve. 

Otras respuestas que suelen pasar por alto son: pensamientos catastrofistas o anticipatorios, búsqueda de soluciones para estar preparada, repetición de frases de calma, etc.

Sí, a veces, decir frases positivas y que calman es contraproducente

Lo que no te han contado de la ANSIEDAD

La ansiedad no es tuya, no te pertenece.

La ansiedad es una respuesta psicofisiológica de hiperactivación.

Esta respuesta se produce en situaciones asociadas a un peligro o un sobreesfuerzo Se produce ante situaciones que no te sientes capaz de afrontar con éxito. 

Imagínate a Popeye y sus espinacas. Se las toma, le da un subidón y puede decidir si hacerle frente a Brutus o huir de él.

controlar la ansiedad

Decimos que no te perteneces por dos motivos:

  1. Es una respuesta filogenética. Traducción: estás programado-a para, en función del momento, responder con ansiedad. 
  2. Has aprendido a reaccionar con ansiedad.

Aquí van dos ideas importantes:

1. Las emociones responden a cosas

No aprendemos a sentir emociones, las emociones son innatas.

Lo que sí aprendemos es a responder emocionalmente

Por ejemplo, no estamos programados para sentir ansiedad ante una multa (un cacho de papel con letras), aprendemos a hacerlo. 

Identificar a qué responde tu ansiedad es el primer paso para mejorar tu relación con ella. 

 

2. Las emociones no duran 

Los episodios de tristeza, ansiedad, etc. pueden parecer eternos.

Pero, la ansiedad es algo transitorio en tu vida e incluso en tu día. La emoción no dura más de unos minutos.

Lo que se mantiene durante tu día (o vida) son los intentos de control, de hipervigilancia, de evitación, de distracción, de compulsión…

Esto es un notición porque:

controlar la ansiedad

No tenemos poder para evitar que las emociones aparezcan, pero sí tenemos un margen para elegir cómo reaccionamos a ellas. 

Y aquí va otra buena noticia: la solución estará en DEJAR de hacer. 

Vamos a verlo,

Retomaremos el ejemplo del móvil. En ese momento aprendimos que “si me distraigo, la ansiedad pasa”.

Pero hay otro aprendizaje, la otra cara de la moneda:

No soy capaz de enfrentar esto. 

A corto plazo, esas conductas de evitación y de control  te van a dejar tranqui, pero ¿a largo plazo que va a pasar? 

Que se va a reforzar esa sensación de que eres incapaz de afrontar esas situaciones con éxito. 

Deja de controlar la ansiedad

La única manera de que superes el miedo a la ansiedad es enfrentando aquello que te causa ansiedad y viendo que, aunque es súper desagradable, no pasa nada. 

Como hemos visto, esto es contraintuitivo porque lo que nos sale – filogenéticamente – es responder a esa señal de amenaza/peligro. 

Dejarte el pellejo y la vida en huir de ella te está limitando, desviándote de lo que es importante para ti y robándote la capacidad de sentirte bien en tu entorno y en tu piel.

Puedes, literalmente, pasarte toda la vida intentando liberarte de esos pensamientos y emociones para sentirte bien. 

 Cuando nos exponemos a aquello que tememos nos acabamos habituando. Y con el tiempo deja de desencadenar esas respuestas.

Cómo relacionarse con la ansiedad

El objetivo de tu nueva relación es volver a hacer todo lo que has dejado de lado por la ansiedad y el miedo.

Para ello, al inicio tendrás que sostener todas esas sensaciones, sin evitarlas, sin intentar cambiarlas, sin distraerte, ni nada.

 OJO: no de cualquier modo.

Si tienes miedo a los aviones, lo último que queremos es que ahora por leer este blog te compres un vuelo de Madagascar a Japón y pases la peor experiencia de tu vida.

controlar la ansiedad

La exposición tiene que ser gradual y, sobre todo, siempre tienes que salir con la sensación de ¡Ole por mí! (“superación” para los de fuera de Andalucía).

 Al principio será más chungo, porque va a ser necesario cambiar las herramientas que has usado hasta ahora para superar las dificultades. 

Pero con el tiempo, al quitar todas esas conductas y respuestas de seguridad te sentirás capaz de afrontar con éxito esas situaciones.

Y, ¿ya está?

Por aquí hemos visto la información más ÚTIL sobre la ansiedad. 

Podríamos haber entrado en tipos de ansiedad, técnicas de relajación y respiración, etc. 

Pero eso, seguramente,  solo te daría nuevas herramientas de control que pondrías en prácticas antes de hacer lo que realmente ayuda:

  1. Buscar en tu historia cuándo comenzaste a responder con ansiedad
  2. Identificar tus estrategias de control
  3. Secuenciar diferentes situaciones de exposición en orden creciente de dificultad 
  4. Y, comenzar a tomar de nuevo las riendas de tu vida y a creer que eres capaz 

Si crees que la ansiedad te está limitando y que no quieres hacer este camino solo-a, si quieres, puedes contactar con nosotras y te acompañamos en este proceso.

Cuídate.

Soy Blanca y... no siempre me llevé bien con mi mente. Escribo en este blog para que entiendas cómo funciona tu mente y puedas llevar una vida rica y satisfactoria.

A pesar de los pensamientos negativos, la falta de motivación, la autoestima baja... Si te interesa apúntate a mi newsletter.

Blanca Bohórquez

Psicóloga Clínica Especializada en Terapias Contextuales